Cuando todo y nada fallan 

¿Qué pasa cuando lo tienes todo y sientes que algo falla? 

Tengo pareja, trabajo, mi propio espacio (piso de alquiler) pero no me siento feliz. 

Hace bastante que dejé de serlo.

¿Por qué?  Tengo todo lo que alguien desearía. No tengo lujos (ni internet, ni amigos ni conocidos con los que quedar entresemana, ni dinero para apuntarme a actividades para matar el tiempo…) 

Me faltan cosas. Me falta vida social donde vivo. Gente con la que quedar y hacer cosas. Pero lo grande lo tengo. 

¿Por qué no soy capaz de ser feliz? ¿Por qué no me basta con lo que tengo? 

Mi relación no es idílica. Me gusta el trabajo que realizo pero el sueldo no me da para demasiado. Tengo un piso pero ubicado a 70 km de mi gente y la soledad me come. 

Igual son cosas pequeñas comparadas con los problemas de otras personas pero cada día me pesan más.

Por más que me concentre no logro centrarme en lo bueno. ¿Hay algo bueno? Supongo que sí, pero no logro verlo. 

Estoy perdida en la niebla desde hace muchos meses y no encuentro la salida. Y después de tantos meses tengo claro que nadie externo va a sacarme de aquí. 

A. 

  

Miedo

De pequeña me daba miedo la oscuridad, la muerte y las arañas. 

Hoy tengo 27 años. 
Ahora temo la enorme capacidad que tienen las personas a las que queremos de hacernos daño. 

Es increíble que una persona, por el hecho de amarla, tenga en sus manos tanto poder sobre nosotros. 

No me parece justo que esté en manos de otra persona el poder hacernos tanto daño.

Y aún así nos volvemos a levantar y volvemos a entregarnos a otra persona. 

Da mucho miedo. 

Y somos muy valientes. 

  
A. 

El orígen de todo

¿Que cómo empezó todo?
Hace tiempo encontré una habitación. En ella sólo había desorden, oscuridad, trastos viejos, caos y algo más que no alcanzaba a ver. 

Entré por una mezcla de curiosidad, masoquismo y dejadez.

Dentro me encontré a oscuras con todos mis fantasmas. Mis temores. Mi pasado. No había felicidad, ni luz. 

Para cuando quise huir, ya era tarde. La oscuridad no me dejaba ver nada. 

Me agaché y a tientas me puse a buscar la puerta. 

Aún no la he encontrado. Pero sigo buscando. 

Espero hacerlo antes de que este sitio me consuma.  

 
A. 

Caos

Llevaba demasiado sin escribir. Por dos motivos: 

1) no tengo internet

2) no sé por dónde empezar 

Lo primero está solucionado temporalmente. Vamos a por lo segundo…

He estado sumergida en el más absoluto CAOS. 

Y no lo digo yo, lo dice mi pareja.

Hace poco le dije que estaba muy soso. Él es tranquilo, y yo le doy más salero y él compensa mi exceso de salero con su tranquilidad, pero últimamente era demasiado. Al decírselo me contó que lo hacía para no sumar más caos a mi caos. Intenta compensarlo, y al intentarlo se pasa de largo. Porque hay MUCHO caos en mi cabeza. 

Me siento fatal. Y él lo sabe. Siento que camino, pero no doy pasos adelante. Algunos días me quedo igual. Otros días voy para atrás. 

Y las personas que me han llevado a esta situación suben escalones de tres en tres. ¿No debería importarme lo que hagan los demás, si ya no forman parte de mi vida? Cierto. ¿Es inevitable para mí? Cierto, nuevamente. 

Es como si pusiera la mano sobre un radiador y me quemara, pero lo siguiera haciendo porque hay algo de adictivo en tanto dolor. 

Quiero dejar de sufrir. De pensar en negativo. De dejar mi vida pasar. De pensar en gente que no merece no un minuto de mi tiempo. De vivir de recuerdos de cuando me parecía que todo iba bien. De soñar con cosas que no hacen más que aumentar el dolor en momentos en los que mi cerebro debería desconectarse. De compararlo todo con lo que tenía. 

Porque lo que tengo ahora es mejor. ¿Qué falla, entonces? 

Fallo yo. 

  
A. 

Batallas perdidas y ganadas  

Sigo viva (O eso creo)

Estoy bastante convencida de quetodavía  respiro. Y hasta he vuelto a dormir por las noches del tirón. 

Hace semanas que no escribo porque no tenía internet. Tampoco sé por dónde empezar. Han pasado tantas cosas… 

Decía mi hermana que cuando menos te lo esperas la vida te da un vuelco. Eso me pasó con mis anteriores dos parejas. Aparecieron de la nada, me enamoré como nunca, y desaparecieron igual de fugazmente. 

Pues bien, este no es el caso. Llevo un mes saliendo con un chico. Le conocí en un evento de un amigo común hace meses. Yo estaba rota por mi ruptura anterior y no estaba para nadie. Sólo quería centrarme en darle vueltas al pasado, a lo que perdí y nunca volverá. Él lo sabía. Siempre he sido muy clara y poco pudorosa con mis sentimientos. 

Y él no huyó. No se desvaneció. Siguió ahí viendome perder batallas conmigo misma. Con mi mente. Con mis recuerdos. Viendo la lucha entre mi pasado y mi futuro. Esa lucha que ha mantenido mi presente en punto muerto durante meses.   

Y no huyó. Se sentó a mi lado a verme luchar. Sin pedir nada a cambio. Y hoy sigue aquí. Ya no como un amigo, sino como mi pareja. Un hueco que se ha ganado con paciencia, tranquilidad, estabilidad, humor, horas de compañía y con lentitud. 

No apareció de repente como en los otros casos. Igual eso haga que tampoco desaparezca de golpe como mis ex parejas. Aunque sé que esto no funciona así.  

Hoy sigue a mi lado, viéndome ganar y perder batallas. Porque no mentiré, aún pierdo muchas. Pero cada día es más fácil y sé que es gracias a él. Le pedí que me dejara curarme yo sola. Que podía empezar una relación y en paralelo y ajeno a la pareja curarme mis heridas. 

Utopía.

Pero después de un mes cada vez estamos mejor y la relación se consolida. Me ha regalado un clavel por cada día juntos. Es mi flor preferida. Me recuerda a mi infancia. 

Por muchos claveles más y muchas batallas ganadas. 

Aunque hoy he perdido una. Porque sigo deseando que te vaya mal. Que te quedes solo. Que te hagan lo que has hecho. Te sigo odiando. Y todos sabemos lo que significa eso. 

A. 

  

Mi rincón en el mundo

Creo que he encontrado un rincón en mi nuevo mundo.

Un lugar donde escribir y tal vez incluso leer. Antes era adicta a la lectura y llevo 5 meses sin pasar de página. 

Es en las escaleras que dan a un parque, frente un lago. Está en el centro de la ciudad. Se escuchan coches, pero es lo más cercano a la naturaleza que hay por aquí. 

Hoy he decidido dos cosas. 

1) que soy una egoísta. Basta ya de lamentarse. Voy por el parque y desvío la mirada rota de dolor al ver a una pareja. Eso es egoísmo. Porque no soy ni la primera ni la última en sentir este dolor. Hay canciones y poemas para aburrir hablando de esto. Y en algún momento yo tuve pareja y me besé en un sitio público y alguien con el corazón roto sufrió al vernos. 

Así que basta ya. 

¿Qué me agobia tanto? ¿Ir fuera de timing? !¿Qué timing?! Ese que ha impuesto la sociedad. Unos años para conoceros, otros para casaros, otros para tener hijos… Si quisiera podría ser madre de aquí a 9 meses y se acabó el agobio. La sociedad marca el timing de lo que es normal.  

La misma que no considera normal que unos padres apalucen a sus hijos y pasa. Los mismos que diceb que la belleza está en el interior y te machacan si te sobra peso. 

Esa sociedad es la que estoy dejando que maneje mi vida, mis noches y mis pesadillas.

Basta ya.

Esto me lleva al segundo punto:

2) Cambio radical en mi vida. Puedo vivir sola. Puedo y debo ser capaz de quererme, de vivir conmigo sin aditivos. De ser feliz aunque no haya nadie a mi lado. 

Nuevas normas básicas en mi vida:

  • Arréglate cada mañana como si fueras a toparte con tu ex. A veces sentirte bien por fuera te da ese plus de confianza que a ratos nos falta. 
  • Encuentra un refugio para reflexionar y recargar pilas. Un sitio al que huir, desaparecer y encontrarte. Ya lo tengo 🙂
  • Al salir del trabajo nada de ir directa a casa. A pasear primero.  
  • Vuelta a la lectura. Si necesitas dejar ese libro y empezar otro pues vale. Pero vuelta a la lectura. Poco a poco volverás a ser la misma. Y ella siempre te rescata en los peores momentos y potencia los mejores. 
  • Paciencia. Lo que tenga que llegar llegará. Estáte abierta pero sin obsesionarse. Receptiva pero sin buscar a lo loco. 
  • Madura. Aprende. Y la próxima vez será mejor. 
  • Mira a las otras parejas sin desviar la mirada. Con media sonrisa. Porque un día esa fuiste tú. Y algún día volverás a serlo. 

Hay muchos puntos más pero anochece y empiezo a tener frío.  

Si alguien me hubiera dicho hace 3años que tan poco tiempo después habría tenido 2 parejas, vivido todas estas experiencias, que estaría independizada y con un puesto de responsabilidad, no me lo habría creído. 

Es hora de valorar lo bueno que tengo y relajarme un poco.  Sola no es lo ideal para mí, pero se puede estar. Y depende de con quien… Mejor sola 🙂

A. 





P.D: la foto está hecha por mí xD