Espero que este sea mi último post de bajón.
Que aquí lo saque todo y de aquí tire para adelante. Pero si ahora mismo la palmara (no, por favor!!!) la frase que pondría en mi esquela es «no lo merecía».
No que no mereciera la muerte, no es eso. Eso nadie lo merece. Me refiero a que no merezco la vida que he tenido.
No merezco los golpes que me llevé de pequeña porque fue buena niña. No era mala estudiante, no daba problemas, era educada, tranquila, jugaba sola a mi bola…
No merezco el aislamiento al que me sometieron que hizo que no tuviera grandes amigos ni parejas en mi adolescencia. Lo importante era el núcleo familiar y salía poco de casa
No merezco el dolor que he sufrido por amor. Soy una pareja entregada a más no poder, generosa, estable, sincera, fiel, divertida, educada… Y no merezco el trato que me han dado. ¿No elegí bien? Si es así asumo mi parte de culpa.
No merezco sufrir tanto por dinero cuando llevo toda mi vida estudiando y trabajando. Y luego ves por todas partes gente que se ha llevado el dinero a dos manos sin hacer el huevo.
No merezco estar sola. Y lo estoy. Y mucho.
No merezco tanto sufrimiento.
Aún a riesgo de parecer una creída, os lo digo de corazón, no lo merezco.
Supongo que todos tenemos cosas en nuestra vida que no merecemos, pero mi cupo se está llenando últimamente.
A.
En mi jaula de Cristal 